Quiero agradeceros a tod@s las palabras de ánimo y cariño que dejasteis en mi último post. Es muy gratificante saber que al "otro lado" hay personas que te entienden y te ayudan a superar cualquier contratiempo.... Os adoro ♥!!!!
Cuando te encuentras en un proceso de "pasar página", te aferras a aquello que te produce bienestar. En mi caso la fotografía. Y como resultado de mi inmersión he obtenido unas notas excelentes en mis primeras calificaciones. No os podéis imaginar lo contenta que estoy y las ganas que tengo de seguir aprendiendo! :)
Pero no vamos a hablar de mis notas ni de mis clases, vamos a hablar de esta sopa maravillosa que a mi me ha sabido a gloria.
Esta receta es de Maria. Mi Marieta como la llamo yo cariñosamente ;). En alguna ocasión ya he hablado de ella, y es que, conocer a mi pareja actual no sólo me trajo amor, si no a unos amigos maravillosos. Con ella y su marido, mi querido Andreu, hemos pasado grandes momentos, siempre inolvidables!!!
Debe de hacer más de un año que tengo la receta, bueno, la tenía pero la extravié y el otro día haciendo un poco de limpieza en mi archivo recetil, apareció como por arte de magia :). Qué alegría me dio!!! Hay muchas recetas de sopa de cebolla, pero Maria me había dicho que ésta estaba especialmente buena...
El secreto??? quizás sea el sabor de la cebolla pochada lentamente junto con la mantequilla... No lo sé, el caso es que ahora que la he probado, puedo decir que está buenísima!!!! Está claro, que si quieres hacerla más ligera, tendrás que sustituir la mantequilla por el aceite de oliva y comerla sin esas sabrosas tostadas de pan con queso gruyére gratinado... pero te aconsejo que no lo hagas. Qué son unas calorías de más??? No creéis que es un capricho que nos podemos permitir??? ;)
Mi respuesta es SI, por supuesto que nos podemos permitir este pequeño capricho!!!
Así que, sacad boli y papel o haced corto y pego para hacer cuanto antes esta maravillosa receta cortesía de María López.
- 750 gr. de cebollas
- 1 litro de caldo de pollo
- 125 gr. de queso gruyére rallado
- 50 gr. de mantequilla
- 1 cucharada sopera de harina
- 1 vaso de vino blando
- Rebanadas de pan seco (yo como no tenía tosté un poco las rebanadas en el horno)
- Sal, pimienta y nuez moscada
Preparación:
Pelamos las cebollas y las cortamos en juliana. Las cocemos junto con la mantequilla a fuego lento (han de quedar transparentes, no doradas).
Una vez cocidas, añadimos la cucharada de harina y mezclamos bien para que no queden grumos. Añadimos el vino y el caldo. Sazonamos con la sal, la pimienta y la nuez moscada y lo dejamos a fuego lento unos 30 minutos.
Servimos en cazuelitas individuales con dos rebanadas de pan y espolvoreamos con el queso rallado. Lo gratinamos y servimos.
Una receta sencilla pero la mar de sabrosa. Gracias Maria!!! ♥
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